domingo, 21 de octubre de 2012

Emigrar, inmigrar y migrar denotan salida, ingreso o traslado

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Emigrar, referido a personas, es salir del país donde se es originario con el propósito de radicarse en otra patria: Nuestros compatriotas en su afán por emigrar arriesgan sus vidas.

Emigra también el ciudadano que, transitoriamente, va a realizar trabajos o diligencias en un país extranjero. Asimismo, los habitantes de pueblos pequeños suelen emigrar a ciudades grandes de su propio país, porque en ellas hay más oportunidades de trabajo.

Emigrar, referido a las aves, es partir, ellas, en busca de mejores condiciones climáticas, de sustento y de apareamiento.

Entre los ecuatorianos es común el uso coloquial de «emigro», como equivalente de ‘me despido, me marcho’: Se me hizo tarde, emigro.

Corresponde decir, entonces, que emigrante es la persona que emigra de su país. 

No confunda emigrante con emigrado, ya que esta voz se usa, especialmente, para referirse al individuo que por asuntos políticos ha tenido que salir de su país y se ha refugiado en otro.

Inmigrar es entrar a un país del que no se es oriundo para residir en él. Inmigrante es el sujeto que realiza la acción de inmigrar.

Así como de los verbos emigrar e inmigrar se derivaron emigrante e inmigrante, de migrar se originó migrante, voz muy empleada en el Ecuador.

El vocablo migrante está compuesto por migrar (emigrar e inmigrar) + el sufijo -ante (que realiza la acción que se expresa en la raíz), de aquí se deduce el significado: que emigra o que inmigra.

En conclusión, migrante tiene sentido ambiguo y según el contexto puede alternar conemigrante inmigrante; pero aunque estas voces son sinónimas, es más preciso denominar emigrante al sujeto que se desplaza del país de donde es natural, o sea, al que va en camino o salió de su tierra para establecerse en otro territorio; e inmigrante, al que ingresa a un país extranjero para residir en él; de hecho, el prefijo e- (de emigrante), entre sus significados indica ‘procedencia’; y el prefijo in- (de inmigrante) suele significar ‘adentro’ o ‘al interior’.

La forma migrante (de migrar) se usa cuando se nombra a personas que están en las dos situaciones (emigrante - inmigrante). Ejemplo: Se aprobará una ley que defiende los derechos de los migrantes.

¿Está bien decir «la casa de a lado»?
«Al lado de» es una locución que indica que la persona o cosa que se menciona está cerca, adyacente o en lugar inmediato. Con estos sentidos es normal que aparezca en diferentes contextos como el ejemplo planteado en esta consulta (La casa de al lado). Esta frase, que es el nombre de una telenovela, se refiere a una casa que está contigua a otra vivienda. Como se puede apreciar, la preposición no va sola (*La casa de a lado), va con el artículo; pero haciendo una contracción (a + el = al [La casa de al lado]).


FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA (2001) Y DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS (2005), DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA.

Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

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